Por más fuertes que seamos, no es posible evitar tristeza
que nos causa el fallecimiento y las únicas consolaciones que tenemos es saber
que Dios le está brindando el descanso eterno y recordar todos esos momentos
alegres y de amistad que pude vivir con
la tía Joaquina, una bella persona, es solo enterarse de mi llegada a
Huañec para buscarme y decirme sobre las cosas que mi madre le había
encomendado (mi madre su maestra y amiga).
Nuestras conversaciones eran amenas, me causaba mucha
gracia, me sacaba una sonrisa con sus ocurrencias y sus anécdotas con la danza
las pallas.
Realmente cada vez que la veía al viajar a Huañec me
recordaba a mi madre, es para mí una tristeza que no puedo dejar que se me caigan
algunas gotas de lágrimas.
Adiós tía Joaquina descansa en paz y arriba te
encontraras con tu gran amiga Gliceria Rivera Porras al lado de Nuestro Padre Celestial.
NUESTRAS CONDOLENCIAS A SUS FAMILIARES.
Por: N.S.
NUESTRAS CONDOLENCIAS A SUS FAMILIARES.
Por: N.S.